Paperback, 365 pages
Spanish language
Published Nov. 9, 2008 by Debolsillo.
Ha llegado la Navidad al Mundodisco... aunque allí tiene otro nombre y guarda muchas sorpresas. Es la Vigilia de los Puercos, la fiesta invernal que marca el año nuevo en el Mundodisco. Los niños duermen y esperan que Papá Puerco baje por la chimenea y les deje sus regalos. Sin embargo, algo extraño está ocurriendo. El visitante no es un anciano tripudo de barba blanca. Recuerda más bien a un esqueleto. No se aclara mucho con el almohadón que lleva atado a la cintura debajo del traje rojo. Exclama «¡Jo, jo, jo jo!» en tono fúnebre y parece más acostumbrado a usar la guadaña que a repartir caramelos dentro de los calcetines. Pero alguien tiene que hacer el trabajo, porque Papá Puerco está... bueno, a falta de palabra mejor, muerto. Y si para mañana por la mañana no creen en él las suficientes personas, el sol no asomará por el …
Ha llegado la Navidad al Mundodisco... aunque allí tiene otro nombre y guarda muchas sorpresas. Es la Vigilia de los Puercos, la fiesta invernal que marca el año nuevo en el Mundodisco. Los niños duermen y esperan que Papá Puerco baje por la chimenea y les deje sus regalos. Sin embargo, algo extraño está ocurriendo. El visitante no es un anciano tripudo de barba blanca. Recuerda más bien a un esqueleto. No se aclara mucho con el almohadón que lleva atado a la cintura debajo del traje rojo. Exclama «¡Jo, jo, jo jo!» en tono fúnebre y parece más acostumbrado a usar la guadaña que a repartir caramelos dentro de los calcetines. Pero alguien tiene que hacer el trabajo, porque Papá Puerco está... bueno, a falta de palabra mejor, muerto. Y si para mañana por la mañana no creen en él las suficientes personas, el sol no asomará por el borde del mundo. En esta nueva novela (que debería llevar un aviso en portada por su tremenda adictividad) el destino del Mundodisco queda en manos del auténtico sentido de la fiesta más entrañable del calendario, que es poner regalos bajo el árbol y comer hasta reventar. ¿O era la paz y la buena voluntad? Quizá su sentido último sea otro, olvidado hace tiempo.
My favorite bit in this book is the amazing rhyme between the beginning and the ending. Monstral relativism!
How would you go about killing someone who was never really alive – not in the usual sense of the word? Mr Teatime (pronounced teh-ah-tim-eh) knows exactly how he'd do it.
As philosophical textbooks go, this is a stonker. What is the nature of belief? How do beliefs interact with reality? How do they colour our view of reality?
As for zingy and/or pithy moments … this books got them in spades.
“The phrase 'Someone ought to do something' was not, by itself, a helpful one. People who used it never added the rider 'and that someone is me'.”
As a novel, though, this one falls a bit short. The plot meanders a bit too much for my liking.
Very good, but not Sir Pterry's finest.
