Entre montañas, explosivos y amor: Hemingway me voló la cabeza
5 stars
No suelo leer novelas de guerra. Pero Por quién doblan las campanas me agarró desde la primera página y no me soltó. No es solo una historia de bombas y tiros. Es una historia sobre personas.
Robert Jordan, el protagonista, es un joven que pone explosivos para los republicanos en la Guerra Civil Española. Su misión es volar un puente. Su dilema es mucho más grande: ¿vale la pena morir por una causa?
Hemingway escribe como si te hablara al oído. No se enrolla. No se esconde. Todo es directo. Crudo. Y eso hace que todo duela más.
Los personajes son brutales y humanos. Pilar, con su fuerza salvaje. María, rota pero viva. Y Robert, atrapado entre deber y deseo. Me emocionó ver cómo, en medio del caos, nace un amor tan puro como trágico.
Lo mejor: no romantiza la guerra. La muestra como es. Fea, absurda, y aun así …
No suelo leer novelas de guerra. Pero Por quién doblan las campanas me agarró desde la primera página y no me soltó. No es solo una historia de bombas y tiros. Es una historia sobre personas.
Robert Jordan, el protagonista, es un joven que pone explosivos para los republicanos en la Guerra Civil Española. Su misión es volar un puente. Su dilema es mucho más grande: ¿vale la pena morir por una causa?
Hemingway escribe como si te hablara al oído. No se enrolla. No se esconde. Todo es directo. Crudo. Y eso hace que todo duela más.
Los personajes son brutales y humanos. Pilar, con su fuerza salvaje. María, rota pero viva. Y Robert, atrapado entre deber y deseo. Me emocionó ver cómo, en medio del caos, nace un amor tan puro como trágico.
Lo mejor: no romantiza la guerra. La muestra como es. Fea, absurda, y aun así llena de momentos intensos que te hacen respirar hondo.
Terminé el libro con el corazón apretado y la mente llena de imágenes.
Hemingway no solo cuenta una historia. Te mete dentro de ella. Y cuando terminas, sientes que perdiste algo.
Si buscas una novela que te haga sentir, pensar y temblar un poco, Por quién doblan las campanas es un disparo directo al alma.
