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¿Cuántos grandes libros se perderán en las turbias aguas del mundo editorial? En el 2012 Marcos Chicot presentó su obra, El asesinato de Pitágoras, en el premio Planeta quedando en cuarto lugar. Dicha editorial solía publicar los cinco primeros lugares, pero en el caso de Chicot no fue así. Un día recibió una llamada que le informaba que debido a la crisis y por no ser un autor bien posicionado, no iban a publicarlo.

Chicot no se amedrentó ante tal desprecio, tomó su libro, que sabía era una gran obra, y lo puso a disposición de los lectores en formato electrónico. Pero no solo eso, el autor se convirtió en su propio representante, mercadólogo, etc. incrementando aun más el mérito al éxito en ventas que, posteriormente, tendría su obra.

Después de eso, ha sido un período de cosechar éxitos, premios, etc.

Pero, ¿los premios garantizan una gran obra? El que el autor sea tenaz, inquieto, y quizá para algunos, obstinado, ¿lo hacen un buen escritor?

Sobre el libro

Cuando vi el título y la introducción de la contraportada pensé: ¡Este libro es para mí! Incluye géneros que me encantan como son el misterio (thriller) y la novela histórica. A eso sumemos a eso un poco de ciencia. Como dice el Chicot en su página, me gustan las novelas de las que puedo aprender algo.

Históricamente la novela está bien documentada tomando en cuenta las dificultades para obtener fuentes fidedignas entorno al filósofo. De tal modo que el autor nos adentra en la comunidad pitagórica en donde están ocurriendo una serie de asesinatos de formas incomprensibles.

Todo ello está facilitando la pérdida de la influencia política que Pitágoras ejerce sobre el Consejo de Crotona y de otras ciudades estado poniendo a temblar el sueño de Pitágoras de formar una comunidad de naciones.

Sin entrar más a detalle, para no desvelar ninguna parte de la trama, me atrevería a decir que es una historia, que si bien puede tenernos cautivados por un largo tiempo, con infinidad de datos históricos y matemáticos, en muchas ocasiones no encuentro la justificación para ellos y eso vuelve tediosa la lectura.

Pitágoras, el mago

Personalmente no lo considero bien logrado. Siento a los personajes flojos y no logran aterrizar. Con cientos de tramas alternas que, si bien al final logra atarlas, en muchas ocasiones se siente forzado.

En ocasiones, por no decir siempre, raya en la fantasía, alejándolo de una novela histórica, y quizás incluso del thriller. Pitágoras y su alter ego toman poderes cuasimágicos provenientes de las matemáticas (aunque nunca se explica bien el porqué).

Al culpable pude dilucidarlo desde el primer momento, así que en el área de novela de misterio no lo logramos mucho, con varias intentonas de giros de tuerca que quedaron en eso, intentos.

Sí, es un libro largo, pero no me espantan los libros de muchas páginas, como Santiago Posteguillo o Ken Follet que logran entramar la historia y meterle misterio, drama y un poco de sabor.

Pero no comparemos. El problema en esta primera obra (no he leído otras), Chicot recurre al uso excesivo de soliloquios de varios de sus personajes en los que repite, en ocasiones más de 3 veces, hechos que ocurrieron previamente en el libro.

En conclusión

No fue un libro que me cautivara, la premisa era buena, la ejecución no. Yo no puedo recomendarlo, aunque soy consciente que, como encontré en alguna reseña, Marcos Chicot tiene tantos detractores como admiradores y mis puntos en contra y/o a favor de la obra pueden resultar todo lo contrario para otros lectores. Recordemos que en gustos se rompen géneros y hablando de libros, paradójicamente, no hay nada escrito.

Carcoma o quera, es el nombre común de larvas de varias especies de coleópteros que perforan madera (vigas, muebles, artesonados, etc.) y la dañan en ese proceso al crear galerías, dejando un característico polvo llamado serrín o también quera. Comen madera en su fase larval (xilófagos), y hay diferentes tipos de carcoma. (Wikipedia).

Carcomer. 1. tr. Dicho de la carcoma: Roer la madera. 2. tr. Consumir poco a poco la salud, la virtud, etc. U. t. c. prnl. 3. prnl. Dicho de una cosa: Llenarse de carcoma. (RAE.es)

"En esta casa no se hereda dinero ni anillos de oro ni sábanas bordadas con las iniciales, aquí lo que nos dejan los muertos son las camas y el resentimiento. La mala sangre y un sitio para echarte a la noche, eso es lo único que puedes heredar en esta casa".

El libro está clasificado en la mayoría de los sitios en la categoría de terror. Como la gran mayoría de las novelas o películas de este género que realmente causan miedo logra tocar nuestros propios traumas y problemas. No se trata de una novela de fantasmas o seres imaginarios, aunque pudiera parecer que sí. Se trata de una novela en donde una familia, que habita una casa convive con la más temible de las sombras: El odio.

Layla Martínez logra describir con maestría la manera en que, muchas veces sin percatarnos, existen traumas que se heredan de generación en generación dentro de una familia y/o grupo. Podemos lo transpolar a cualquier área de nuestra vida, personal, social o profesional.

"De eso han muerto todos en esta familia, de odios suyos o de los demás, pero siempre de odios".

Sin dejar entrever la trama, puedo decir que la autora logra utilizar simbolismos para enviar un mensaje realmente aterrador: Las sombras del pasado se alimentan de nuestros odios. Son la carcoma que nos come lentamente, hasta dejarnos secos, atrapados entre las cuatro paredes de una prisión que nosotros levantamos con nuestras propias obsesiones.

No es el primer libro de Layla Martínez, sí el primero que leo y, creo, con el que se ha catapultado a nivel internacional (y fuerte). Buscando información sobre ella veo que ha escrito varios libros, ensayos en su mayoría, muchos en temas que ahondan en el feminismo, la violencia, etc. Me queda claro que estos antecedentes han fortalecido su bagaje para lograr, en muy pocas páginas, el terror al mostrarnos un reflejo de las sombras más oscuras que alberga nuestra psique. Un libro de retrogusto prolongado

No temo decir que inicialmente la había calificado más bajo, y que tras analizar mis notas, me percaté que es un gran libro. ¿Por qué calificarlo bajo? Porque, como ya he dicho, las estrellas, en mi caso, reflejan cuánto disfruté la lectura y en el caso de Carcoma me hizo sentir muy incómodo. Pero sería injusto calificar de igual manera una novela histórica que una novela de terror. Es una novela que se vuelve un ensayo del odio, un género en el que Martínez se desenvuelve muy bien.

En conclusión, es un libro que tras leerse debe decantarse y dejar que repose un rato, porque conforme piensas en él va tomando más y más cuerpo, sabor y profundidad. Es un vino para beberse despacio y el retrogusto es largo.

¡No fue sencillo, pero lo logré! ¡Costó y dolió, pero se acabó!

Empecé este libro hace exactamente un año, recordaba que había sido en diciembre, pero gracias al registro en Goodreads me entero de que justamente lo inicié el 17 de diciembre del 2021 y lo termino el 17 de diciembre del 2022.

No es el libro más largo leído este año, pero sin lugar a dudas un libro que mastiqué muy despacio. En un inicio lo leí de corrido, casi como mi única lectura, llegando hasta, aproximadamente, una tercera parte del libro. Luego tuve que compaginarlo con otros, la lectura me estaba resultando densa, enmarañada. En ocasiones demasiado fantasiosa. En realidad me estaba sintiendo alucinar. Hubo momento en que decidí pararla. No, no me desagradaba el libro pero no lograba avanzar. Tuve que hacer este ejercicio en varias ocasiones y, en alguna de ellas, por varios meses. Esto no es algo que haya hecho en otras ocasiones, casi siempre, cuando dejo un libro es para no volverlo a tomar, pero con Cărtărescu no sólo retomé una lectura detenida una vez, ni dos, sino hasta cinco veces a lo largo de casi un año que tardé en leerlo.

Todo lo anterior lo menciono para que constante que el libro debió atraerme muchísimo para que ese extraño fenómeno ocurriera. Puede ser que lo que me alejaba temporalmente fuese, a su vez, lo que me hacía regresar. Cărtărescu logra meternos en un mundo surrealista en todo el sentido de la palabra. Como si de un cuadro de Remedios Varo o Leonora Carrington se tratara, viajamos en un mundo onírico sin precedentes. La atracción por el subconsciente, por el entramado de la mente humana, se despierta página a página.

Por momentos me transporto al pasado, pero más allá del vivido en Rumania por el autor/personaje central, sino ha lugares propios de una mitología que bien pudiera ser griega o incluso nórdica. Para de pronto, en un viaje en el espacio-tiempo que tendría sorprendido a Miguel Alcubirre, viajamos a mundos futuristas que bien podrían compaginarse con el Imperio Galáctico de Asimov. Es más, La premisa de las historias es que, en los tiempos decadentes de un futuro Imperio Galáctico, Cărtărescu hace gala de sus conocimientos y de un profundo trabajo de investigación para adentrarnos en el mundo matemático, que con la mezcla de psicología (mucha) aplicada en este libro, bien podría hablar al tú por tú con Hari Seldon sobre psicohistoria y sociología matemática, en otro mundo imaginario.

Es un libro denso, enredado, complejo, como densa, enredada y compleja es la mente humana. Cărtărescu logra lo que parece imposible, plasmar en papel los momentos más inverosímiles del subconsciente y a la vez, la narrativa fluida del consciente. No pude sino ver reflejadas en estas páginas muchas de mis consultas con aquellos pacientes a los que he visto en pleno delirium, alucinaciones increíbles, hablando de cosas que no logro comprender por mucho que lo intento y que antes, o después, me cuentan con toda normalidad, anécdotas de su infancia o de su vida cotidiana. Y sé que es grande el autor, porque cientos de veces intenté reproducir un paciente en pleno estado confusional para explicarlo en clases y no lo logró al 100 %. Al final acabo cayendo, inconscientemente, en hablar "con normalidad".

Es un libro que me gustó, mucho, pero que no me atrevería a recomendar.

www.robertosancheztorre.net/solenoide/

Si bien cuando este libro vio la luz atraído hacia él por el hecho de ser un thriller, desarrollado en Madrid y bla bla bla, he de aceptar que me aventuré a leerlo por el morbo que ha causado el hecho de que Carmen Mola no es una mujer, sino que es de sexo masculino y para rematar, no uno, sino tres. Así que esta vez no me guié por la contraportada, ni mucho menos por la portada, sino por el más vil morbo de programa de chismes. Omitiré mis opiniones respecto a los escándalos derivados de si estuvo bien o mal que tres hombres usaran como pseudónimo el nombre de una mujer, creo que ese hilo da para mucho, así que vamos para lo que sigue. ¿Qué me ha parecido La novia gitana?

Me lo he pensado mucho al poner la calificación. Decidí dejarlo en dos estrellas. Quizás sea cierto que es un ejercicio interesante encontrarse un libro escrito a seis manos, pero el resultado no fue directamente proporcional al número de autores. Es una novela de lectura fluida, pero hasta ahí. Llena de clichés, personajes sin fuerza, con un desarrollo que no atrapa (lo que pasa es que lee fácil) y el giro de tuerca tan esperado en este tipo de novelas está cantado cada tres capítulos de los 78 que tiene el libro.

No me atrapó, y si vuelvo a agarrar alguno de la serie será porque estoy aburrido y en la sala de espera o la librería del pueblo alejado de dios sólo tienen esos o a Paulo Coelho. Quizás le diera más la oportunidad a La Bestia, que además de ser histórico fue el que inició el caos. Pero para que me deje llevar nuevamente por el morbo pasará un poco de tiempo que tengo una lista larga de libros pendientes.

Reitero que todas las opiniones respecto a libros responden más a las sensaciones que vivo al leerlos que a una crítica literaria. No pretendo ser un crítico del estilo, el cual puede ser bueno, o malo, pero de lo que yo entiendo poco. A mí me apasiona un libro, o no lo hace. En este caso, El engaño, de Charlotte Link, me ha resultado un libro para pasar el rato. No me ha invitado en ningún momento a dejarlo en el estante de los libros abandonados, me permitió seguir leyéndolo, pero tampoco es de esos que te pican y hacen que lo termines en un sentón. Por momentos siento que la trama se enreda demasiado, no por intención de la escritora a generar suspenso, sino que era como si ella misma se perdiera en el desarrollo. El giro de tuerca al final, propio de los libros de este tipo, me parece soso y, al final, el libro termina siendo uno más de los libros leídos, sin pasar a los que quedarán en mi estante de libros para recomendar. Insisto, si no sabes qué leer y está en tu librero, tómalo, pasarás un buen rato, pero si algún otro te llama la atención no lo dejes por este. Pasará un rato sin que me sienta atraído por probar de nuevo a Link.